Imagen cedida por la Presidencia de Chile el 3 de enero de 2025 del presidente chileno, Gabriel Boric, realizando una visita al Polo Sur, en el Polo Sur. (Xinhua/Presidencia de Chile)
Por Cristóbal Chávez Bravo
PUNTA ARENAS, Chile, 3 dic (Xinhua) — La cooperación internacional es esencial, y lo notable del Sistema del Tratado Antártico es que los países logran consensuar la dedicación de este espacio a la paz, la ciencia y la protección del medio ambiente en el «continente blanco», afirmó el director nacional del Instituto Antártico Chileno (Inach), Gino Casassa Rogazinski.
Lo notable del Sistema del Tratado Antártico es que se trata de un conjunto de acuerdos que todos hemos firmado, mediante los cuales los Estados miembros se comprometen a destinar la Antártica a la paz, la ciencia, la colaboración internacional, el cuidado del medio ambiente y todos los temas asociados, dijo el funcionario en una entrevista con Xinhua.
El Inach está afincado en la ciudad de Punta Arenas, a más de 3.000 kilómetros al sur de la capital chilena, pero también a 1.200 kilómetros al norte del territorio antártico. Por ello, esta ciudad es considerada la puerta de entrada al continente blanco, donde Chile cuenta con bases hace más de medio siglo.
Casassa detalló que el Inach es un organismo dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación austral, «pero con autonomía en materia de ciencia antártica, tecnología antártica y difusión de temas antárticos».
«Chile es uno de los 12 signatarios originales del Tratado Antártico y, como tal, tenemos muy alto interés en la Antártica. Y la ciencia es uno de los grandes pilares y también el cuidado del medio ambiente, por lo cual nosotros tenemos varios temas estratégicos», explicó el glaciólogo.
Entre los desafíos científicos clave mencionó el cambio climático y las especies invasoras. Ejemplificó que actualmente hay presencia de gripe aviar en la Antártica, porque «se ha ido desplazando a través de vectores a la Antártica, a través de aves, pero ya transmitida a mamíferos».
El país sudamericano realizó en 1947 la primera expedición a la Antártida que le permitió crear la Base Prat, su primer establecimiento en esa gélida zona del mundo, mientras que en 1969 fundó la Base Presidente Eduardo Frei Montalva, la principal sede operacional y logística de Chile en la Antártida y una de las más importantes en la península, donde conviven 43 bases de 22 países.
Casassa subrayó que parte integral del Sistema del Tratado Antártico es el convenio conocido como la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés), que habla del cuidado del océano austral «en cuanto a la conservación de los recursos biomarinos».
El experto destacó que este tratado es «único» en el mundo y ha subsistido por casi 65 años «con un sistema de consenso» con reuniones en las que los miembros son capaces de «conversar con el mejor espíritu» para lograr acuerdos, protocolos y medidas.
Sobre la labor científica del Inach, detalló que cuentan con un proyecto emblemático, en desarrollo desde hace cinco años, que consiste en una red de sensores que recorre la península de norte a sur y que actualmente se expande de este a oeste, y este año también hacia zonas de mayor altitud.
El objetivo es evaluar cómo están cambiando las propiedades atmosféricas y oceánicas del continente y comprender la evolución de variables climáticas críticas.
Entre los hallazgos lamentó que, al menos en los últimos nueve años, se ha verificado un calentamiento en la Península Antártica que «ha traído consigo un retroceso de los hielos».
«Hasta fines del siglo pasado había un calentamiento enorme en la Península Antártica, pero que se detuvo después del año 2000 y nos dio un respiro que duró hasta aproximadamente 2016», dijo.
Desde entonces, el calentamiento ha traído consigo un retroceso de los glaciares que drenan hacia el mar, debido a la interacción con los océanos, así como fenómenos extremos como olas de calor. Se han registrado más de 17 grados Celsius positivos, algo impensable en el extremo norte de la península. También hemos visto episodios de lluvia en pleno invierno, añadió.
Por esta razón, Casassa llamó a «cuidar la Antártica y estudiarla», por ser el ambiente más prístino del planeta, y subrayó que la mejor manera de hacerlo es mediante el Sistema del Tratado Antártico, que ha permitido preservar la región y evitar ciertos conflictos que lamentablemente se dan en otras partes del planeta.
