GUANGZHOU, 4 nov (Xinhua) — Para el argentino Fernando Navarro, la 138ª edición de la Feria de Importación y Exportación de China, también conocida como Feria de Cantón, representa un paso importante para su regreso al país asiático. «Añádeme en WeChat», le decían y al final del día había acumulado numerosos contactos comerciales. El sector de la construcción es el núcleo de su negocio de comercio exterior. Después de recorrer la exposición, adquirirá un lote de accesorios de baño, materiales de construcción y otros productos para enviarlos a América Latina. La historia de Navarro con China comenzó durante su estancia como estudiante en Beijing en 2014. Los dos años de estudios de posgrado le permitieron conocer de cerca el dinamismo y el potencial del mercado chino, y sentaron una base para colaboraciones posteriores. En 2025 decidió retornar y establecerse en Guangzhou, capital de la provincia meridional de Guangdong. En su opinión, Guangdong es la «fábrica del mundo», lo cual le permite establecer conexiones con fabricantes de todo tipo. Según comenta, los fabricantes chinos pueden lograr un equilibrio ideal entre tecnología avanzada, alta calidad y producción a gran escala, para satisfacer con precisión los requisitos fundamentales del mercado argentino. La integración con las cadenas de suministro de alto valor de China no solo llena los vacíos del mercado en el país de Sudamérica, sino que también permite tender puentes para que las empresas chinas se expandan al mercado de la región. Aprovechando su profundo conocimiento de ambos mercados, Navarro también ha asumido de forma proactiva el papel de guía para sus compañeros. Hasta la fecha, bajo su influencia y orientación, más de cien hombres de negocios latinoamericanos han venido a China para participar en actividades comerciales que abarcan múltiples sectores, entre ellos materiales de construcción, maquinaria industrial y tecnología agrícola. Siempre ha creído en el potencial del vasto mercado de China y quienes siguieron sus pasos creyeron igualmente en el futuro por él descrito. Les dijo que solo visitando personalmente el país y estableciendo una presencia en este mercado podrían aprovechar las ventajas de la cooperación a un ritmo más rápido y a mayor escala. A medida que la cooperación bilateral en materia de inversiones se amplía de manera constante, Argentina se ha convertido en un mercado latinoamericano clave para China en el ámbito de la contratación de ingeniería. Las empresas chinas siguen activas en cuanto a obtener grandes proyectos e invertir en ellos, en sectores argentinos como el transporte, las infraestructuras, la energía, la electricidad y las telecomunicaciones. Hoy en día, las proyecciones de Navarro han ido más allá del comercio de materiales de construcción y se han centrado en el amplio potencial de la cooperación chino-argentina en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Así, participa activamente en plataformas como la Feria de Cantón, consolida las cadenas de suministro existentes y da prioridad a la exploración de sinergias entre la energía sostenible, la innovación tecnológica agrícola y los proyectos locales en Argentina. Su visión del futuro es clara. Por un lado, expandirá sus operaciones comerciales en China y profundizará las colaboraciones a largo plazo con los fabricantes del país; por otro, promoverá a este las exportaciones de productos argentinos especiales de alto valor, en aras de lograr un incremento de doble vía en el comercio bilateral. Venir a China, en la medida que esta se ha erigido como un centro tecnológico y de fabricación a escala mundial, y cultivar relaciones duraderas a largo plazo, resulta fundamental para impulsar la cooperación económica y comercial entre los dos países, afirma. Desde su perspectiva, la Iniciativa de la Franja y la Ruta no solo crea corredores comerciales, sino también una plataforma para la prosperidad compartida. Fin
