Por Jiang Biao y Li Mengxin KINGSTON, 8 sep (Xinhua) — En un aula de Kingston, la capital de Jamaica, Natasha Russell, rectora del Earnest Institute for the Gifted, Hyperactive & Talented (EIGHT, siglas en inglés), escribe en la pizarra caracteres chinos relacionados con los colores. Los niños la observan atentos, repitiendo suavemente tras ella. A veces, el aula resuena con coros rítmicos y ordenados; en otras, con la alegre melodía de canciones en chino. En 2020, con el fin de atender las dificultades de aprendizaje de los niños con necesidades especiales, Russell fundó esta escuela con sus propios recursos, y poco después concibió la idea de introducir cursos de lengua china. «Visité China por primera vez en 2012. En tan solo unos días, ya percibí el rápido desarrollo económico del país», explicó Russell con la esperanza de que los niños puedan empezar a aprender chino y conocer su cultura desde una edad temprana, de modo que puedan adaptarse mejor al mundo del futuro. Para estos estudiantes con necesidades educativas especiales, entre ellos niños con autismo, TDAH y dislexia, la música se ha convertido en una herramienta clave de aprendizaje: aprenden cantando y disfrutan de clases dinámicas y atractivas. Al inicio, Russell impartió casi todas las lecciones de chino. Sin embargo, preocupada por no tener una pronunciación lo suficientemente precisa, solicitó apoyo a la Embajada de China en Jamaica. Después de la coordinación, a partir de septiembre de 2022, profesores del Instituto Confucio de la Universidad de las Indias Occidentales, campus de Mona en Jamaica, comenzaron a impartir las clases de idioma chino de forma regular y gratuita en la escuela. «Cuando por fin contamos con maestros que son hablantes nativos de chino, ya no tuvimos que depender de los medios como video», reconoció Russell, señalando que su propia pronunciación estaba lejos de ser ideal, por lo que la participación de estos profesores resultó esencial. Más allá de las clases de idioma, la Embajada de China y el Instituto Confucio también han invitado a los estudiantes a participar en diversas actividades donde experimentan la riqueza de la tradición china. Durante las celebraciones del Festival de Primavera, los niños escriben pareados, prueban platos típicos chinos, aprenden a usar palillos y se sumergen en la cultura mientras aprenden el idioma. Al recordar su primera participación en un evento del Festival de Primavera, uno de los estudiantes comentó: «Hablé en chino con otro niño, probé dumplings, estaban deliciosos. ¡Incluso envolví algunos dumplings yo mismo!» A ojos de Russell, estas no solo actividades amplían los horizontes de los niños, sino que también les ayudan a desarrollarse cognitiva y emocionalmente, enseñándoles a comprender y adaptarse a diferentes culturas. Este año, la directora nombró el salón de actos de la escuela «Lianxin Hall», en chino,como símbolo del vínculo entre los pueblos jamaiquino y chino y su amistad duradera. En julio, el centro celebró allí su primera graduación, en la que dos estudiantes culminaron con éxito sus estudios. Russell compartió que la escuela está entre las primeras en Jamaica en introducir cursos de lengua china desde el nivel preescolar hasta la primaria. Desde entonces, otras instituciones educativas locales se han acercado al Instituto Confucio para solicitar apoyo en la apertura de clases de idioma chino. «El chino ya se ha convertido en una de las principales características de nuestra escuela. Si en el futuro establecemos una división de secundaria, seguiremos incluyendo el chino en el curso», afirmó Russell.