
Personas se alistan en la Milicia Nacional Bolivariana durante la segunda jornada de alistamiento, en Caracas, capital de Venezuela, el 29 de agosto de 2025. (Xinhua/Marcos Salgado)
CARACAS, 8 sep (Xinhua) — En un contexto de tensión regional causado por un inusual despliegue militar estadounidense, Venezuela anunció este domingo un refuerzo de sus posiciones defensivas en varios puntos estratégicos del noreste y noroeste del país sudamericano.
La medida se adopta mientras Estados Unidos mantiene en aguas caribeñas ocho buques militares equipados con más de 1.200 misiles y un submarino nuclear, además del reciente traslado de cazas F-35 a Puerto Rico, bajo el argumento de combatir el narcotráfico en la región.
Caracas ha rechazado las acusaciones de Washington que vinculan al presidente venezolano, Nicolás Maduro, con actividades ilícitas, y sostiene que la operación estadounidense busca desestabilizar al país para forzar un cambio de Gobierno y acceder a sus recursos naturales.
En este contexto, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) anunció mayores esfuerzos para blindar las costas y fronteras, y el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, informó a través de redes sociales y medios estatales que la FANB fortalece los despliegues en los estados Zulia y Falcón, especialmente en la península de Paraguaná y en toda la zona de la Guajira venezolana, áreas consideradas rutas sensibles para el narcotráfico.
Asimismo, anunció que las operaciones se ampliarán a Nueva Esparta, Sucre y Delta Amacuro, en la fachada oriental del país.
En un mensaje audiovisual, precisó que la orden del presidente Maduro responde a la necesidad de elevar la capacidad operativa en regiones claves para la defensa territorial.
El ministro detalló que, en la zona de paz número uno, que abarca Táchira y Zulia (suroeste-oeste, frontera con Colombia), se encuentran desplegados 25.000 efectivos con apoyo de medios navales, fluviales, drones y equipos de patrullaje.
A ello se suman operaciones en la Sierra de Perijá (noroeste) para la verificación de cultivos ilícitos, así como patrullajes fluviales en Apure (suroeste), a través de los ríos Meta, Capanaparo, Cunaviche y Sinaruco, con participación de la infantería de marina.
«La Armada Bolivariana continúa su despliegue en la fachada caribeña y atlántica, y nuestra aviación defiende el espacio aéreo venezolano», subrayó Padrino López, quien enfatizó que las operaciones se realizan «en perfecta sintonía con el pueblo y su deseo de paz y victoria».
El refuerzo se enmarca en el plan estratégico de apresto operacional descrito recientemente por el presidente Maduro, que contempla tres fases: preparación en tiempo de paz, elevación del apresto operacional y condiciones de alistamiento operacional.
Este esquema busca garantizar la defensa integral del país, involucrando a la FANB, a las instituciones del Estado, a las milicias territoriales, los cuerpos combatientes y la ciudadanía organizada.
Por su parte, Maduro destacó que «cada fase responde a una doctrina aprobada y forma parte de una hoja de ruta clara».
El viernes pasado, el mandatario venezolano activó la organización de la Milicia Nacional Bolivariana, estructurada con millas de hombres y mujeres que se inscribieron recientemente en puntos de alistamiento desplegados en todo el país.
Con este nuevo refuerzo militar en las fronteras y costas, Caracas apunta a garantizar la defensa de su soberanía frente a la notable presencia militar estadounidense en la región.