BUENOS AIRES, 21 ago (Xinhua) — El partido entre el equipo argentino Independiente y el Universidad de Chile, por los octavos de final de la Copa Sudamericana de fútbol, fue suspendido hoy a raíz de graves incidentes en las graderías. El juego se detuvo apenas arrancó la segunda etapa en el Estadio Libertadores de América, en Avellaneda, al sur del Gran Buenos Aires, con el arbitraje del uruguayo Gustavo Tejera. Fue luego de que aficionados violentos del Universidad de Chile arrojaran pedazos de mampostería y piedras contra los plateístas locales. La Policía no intervino y, varios minutos después, un centenar de barrabravas del Independiente se metió en la tribuna visitante para desalojar por la fuerza a los chilenos. En las imágenes grabadas por los asistentes al partido, que se difundieron en las redes sociales, hubo simpatizantes que se arrojaron desde varios metros de altura para evitar ser golpeados. El equipo Universidad de Chile, con el argentino Gustavo Alvarez como DT, se había puesto en ventaja a través de Lucas Assadi (11m), el mismo que le había dado la victoria 1-0 hace una semana en Santiago. Los «Diablos Rojos», dirigidos por Julio Vaccari, lograron el 1-1 mediante Santiago Montiel (27m) y esperaban darlo vuelta, pero los graves incidentes dejaron de lado lo futbolístico. El Independiente, uno de los cinco conjuntos más populares del país, conquistó la Copa Sudamericana en 2017, cuando venció al Flamengo de Brasil en el Estadio Maracaná, de Río de Janeiro. El Alianza Lima de Perú, que derrotó el Universidad Católica de Ecuador, espera por el rival que saldrá de este cruce, aunque ahora deberá resolver las sanciones la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). La Copa Sudamericana es la segunda competencia más importante del continente y el vigente campeón es el argentino Racing Club, clásico adversario del Independiente.