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Descubren a directivo participando con organismo radical contra iniciativa privada en horario laboral, al parecer con permiso de rectoría.
Através de un grupo de WhatsApp, un sector concurrido de padres de familia de la comunidad estudiantil de la Universidad Marista de Mérida, plantean presentar una queja formal con el rector de la casa de estudios, luego de descubrir a un directivo participando con un organismo de tendencia radical en contra de empresas, siendo contradictorio cuando muchas de las elevadas colegiaturas de la institución, son cubiertas desde la iniciativa privada como fuente laboral establecida en territorio yucateco.
De acuerdo con un testimonio que optó por su derecho de anonimato, compartió que lo que más ha desconcertado y molestado a los progenitores de la institución educativa privada, es que todo indica que este director contó con el aval del Rector, Ermilo José Echeverría Castellanos y la Adjunta de Rectoría, María Fernanda Molina Patrón, para ausentarse en pleno horario laboral, ya que el evento se realizó a las 10:00 horas del pasado martes 2 de septiembre del año, según la invitación publicada y la transmisión en vivo emitida en redes sociales.
En dicha transmisión se aprecia al mencionado directivo ser parte de la organización de una rueda de prensa, acercándose en repetidas ocasiones a una de las panelistas principales, la cual se presentó como abogada del colectivo, donde además ese día hay una fuerte sospecha que este académico estuvo acompañado por su hijo, quien al parecer también trabaja en la casa de estudios en el área de Comunicación y que igual integra al equipo de esta agrupación radical que pide el cierre de empresas.
La idea de la fraternidad con ese proyecto se reforzó, luego de encontrar los nombres del padre e hijo en los créditos de unos de los videos publicados en la página oficial del colectivo, donde ambos son reconocidos como “facilitadores” de la producción audiovisual.
Según la persona declarante, la incongruencia de la rectoría es el principal motor del asombro y el enojo de las mamás y papás con hijos estudiantes maristas, quienes han comentado entre ellos desde el canal de mensajería, lo inadmisible de cobrar “colegiaturas de élite”, y al mismo tiempo estén permitiendo que su personal dediqué horario de clases, a representar movimientos con tendencia radical contra la iniciativa privada que en muchos casos es donde se trabaja y genera el recurso para el estudio y futuro de sus hijos.