BUENOS AIRES, 30 sep (Xinhua) — Un nuevo informe publicado hoy lunes por la Comisión Lancet Regional Health-Américas del Banco Mundial (BM) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que no fortalecer la resiliencia en la atención primaria de salud (APS) en América Latina y el Caribe podría generar pérdidas significativas tanto en vidas como en el desarrollo económico a largo plazo. El informe, «No hay tiempo que perder: La resiliencia como pilar de la atención primaria de salud en América Latina y el Caribe», fue presentado en un evento paralelo al 62º Consejo Directivo de la OPS en Washington, Estados Unidos, ante ministros de Salud y delegados de alto nivel de toda la región, dijo la OPS a través de un comunicado. El documento presenta proyecciones contundentes y advierte que si una emergencia sanitaria, como una pandemia o un desastre natural, redujera la prestación de servicios de atención primaria de salud entre un 25 y un 50 por ciento durante un período de uno a cinco años, la región podría enfrentar hasta 165.000 muertes evitables y pérdidas económicas de entre 7.000 y 37.000 millones de dólares estadounidenses. Estas muertes podrían incluir hasta 11.300 muertes maternas, 10.000 infantiles y más de 149.000 por enfermedades no transmisibles, además de hasta 14 millones de embarazos no planificados. «No hay un dilema entre construir una atención primaria de salud sólida y construir resiliencia: van de la mano», afirmó Jarbas Barbosa, Director de la OPS. El informe define la resiliencia como la capacidad de los sistemas de salud para mantener de manera equitativa los servicios esenciales antes, durante y después de las crisis, incluidas pandemias, huracanes, olas de calor, inundaciones y brotes de enfermedades transmitidas por vectores. La OPS remarcó que la pandemia de COVID-19 dejó en evidencia las vulnerabilidades de la región ya que, pese a representar solo el 8,5 por ciento de la población mundial, América Latina y el Caribe registraron el 30 por ciento de todas las muertes por COVID-19. La región, además, es también una de las más propensas a desastres en el mundo, enfrentando un número creciente de huracanes, inundaciones y brotes de enfermedades transmitidas por vectores. Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, afirmó que «fortalecer la atención primaria de salud es uno de los mayores desafíos sanitarios de América Latina y el Caribe». Agregó que «el informe de la Comisión es una hoja de ruta que muestra qué funciona para avanzar hacia una APS resiliente. Pero lo más difícil no es técnico: los gobiernos necesitan colocar la atención primaria de salud en el centro de sus agendas, invertir en ella de forma urgente y a gran escala, y asegurar la cobertura universal, de modo que proteger vidas y economías no sea opcional sino una prioridad». Para prevenir futuras pérdidas, la comisión llamó a los Gobiernos y demás actores a implementar un plan de acción de cinco puntos para fortalecer la resiliencia en la APS.